Emilia Jiménez <>

Este concierto es un homenaje al período romántico desarrollado en el siglo XIX. Cuando se piensa en esta etapa histórica y cultural pianísticamente hablando, enseguida nos viene a la mente una imagen con dos nombres: Frédéric Chopin y Franz Liszt. El segundo estimaba y admiraba al primero, y fueron dos espíritus que, viviendo en el mismo tiempo, poseían expresiones artísticas totalmente diferentes. Cierto es, que tuvieron influencias recíprocas dentro del ámbito musical, y que el estilo de ambos compositores, junto a una parte del de Bach y Beethoven fue, entre otros, el punto de partida para la creación de Frank. La música de este último atrajo la atención de Liszt, con el que compartía un profundo sentimiento religioso.

El recital sigue un orden cronológico, por lo que comienza con los dos Nocturnes Op. 48 de Frédéric Chopin, dedicados a su alumna Mile Laura Duperre, y publicados en 1842. El primero de ellos es uno de los más conocidos y ha sido categorizado como uno de los mayores logros emocionales de Chopin. Algunos autores dicen que es una expresión magistral de un gran y poderoso dolor y encuentran en él efectos propios de Liszt. El segundo presenta al comienzo una melodía que parece infinita y cuya continuidad es interrumpida en la sección intermedia.

Seguidamente llegan los tres Études de concert de Liszt S. 144. Los subtítulos italianos asociados a ellos, “Il lamento”, “La leggierezza”, “Un sospiro”, no aparecían en las primeras ediciones, por lo que parece que no fueron sugeridos por Lisz. “Il lamento” es una de las piezas más largas del compositor en este género, y presenta influencias del estilo de Chopin. “La leggierezza”, tiene una línea melódica muy simple en cada mano, en un inusual tempo Quasi allegretto, habitualmente ignorado por un tempo más acelerado. El último, “Un sospiro”, tiene una melodía bastante dramática envuelta por constantes olas de notas en el acompañamiento.

Para concluir, llega Prélude, Choral et Fugue de César Frank, que algunos autores sitúan entre las diez mayores obras maestras de la literatura pianística. La intención inicial del compositor era realizar únicamente el Prélude y la Fugue, pero más tarde tuvo la idea de unir ambos elementos mediante el Choral, de espíritu religioso, que funciona como corazón de la pieza. Resulta interesante tratar de comprobar cómo muchos elementos musicales de las tres partes se dan cita de manera majestuosa en el final de la obra, combinando los temas principales del Choral y la Fugue con la escritura del Prélude.

Horario: 20:30h.

Precio: Entrada libre hasta completar aforo.